revista Educarnos

Nuestras Prácticas

Entre problemas cotidianos del liceo y varias caras de aburrimiento en clase de matemática, el Profesor Nicolás Marone comenzó con una dinámica novedosa: abrir el aula a otros para que contaran su vida, su oficio, su profesión a los estudiantes, y a partir de ahí pensar la enseñanza de las cuentas y los números. Así surgió el proyecto «No Más Peces Trepando Árboles». En este artículo para Educarnos nos cuenta cómo surgió la idea, los desafíos que le supuso y las oportunidades que ha ido encontrando.

Tiempos violentos

En la coyuntura actual, en la que se demoniza a la educación media de nuestro país, en tiempos donde se escuchan voces de catástrofe acerca de nuestra sistema de educación media, es en este tiempo donde, quien escribe, ve un hermoso momento para construir, repensar y buscar caminos alternativos para ofrecerle a los alumnos, principales actores del acto educativo.

Soy un convencido de que nuestro sistema educativo ofrece a los docentes la posibilidad de generar un cambio sustantivo desde el aula, a través de propuestas en donde se pueda entusiasmar y ayudar a nuestros alumnos a buscar su lugar en el mundo. Pero, para lograrlo es de vital importancia que estemos entusiasmados y convencidos de lo que vamos a proponer dentro del aula.

Soy docente de matemática en educación media, egresado del Instituto de Profesores Artigas (IPA). Me preocupa la deserción y la falta de motivación de mis alumnos, pero también me interesa potenciar a aquellos alumnos destacados académicamente. No solo me preocupa, me ocupa. Me ocupa al punto de que a mediados de octubre del año 2016, me estaba aburriendo en mi propia clase y lo transmitía a mis alumnos. Y fue así que, buscando cómo volver a recuperar la alegría, luego de ver un video en Youtube titulado: Juzgando a la educación tradicional, nace este proyecto de aula en el año 2017: «No Más Peces Trepando Árboles».

En el Liceo Nº 55 Luis Hierro Gambardella de Montevideo, en el turno vespertino, es en donde llevo a cabo hasta el día de hoy este proyecto. En el año 2017 trabajé en forma solitaria en cuatro primeros (Ciclo Básico) y en este año 2018 en los cinco primeros (Ciclo Básico), donde también se sumaron al proyecto las docentes de Educación Física con quienes comparto una hora en forma de dupla de las cinco horas semanales que tengo con cada grupo.

La ciencia, el arte y el deporte son el hilo conductor y las puertas de entrada para abordar los distintos temas que se presentan en el transcurso del curso de matemática. La numeración de las camisetas utilizadas oficialmente por los jugadores de fútbol nos permite estudiar los números naturales. Las ciencias sociales y sus estadísticas nos dan la posibilidad de estudiar proporcionalidad y porcentajes. Las figuras musicales nos permiten sumar fracciones. Estos son algunos de los ejemplos que trabajamos en el curso.

También los alumnos producen materiales relacionados al arte, la ciencia o el deporte con los temas trabajados durante el curso.

Abrir la puerta del aula

Las visitas que recibimos una vez al mes en cada grupo son la «frutilla de la torta». Artistas, deportistas y científicos son quienes nos visitan, son quienes me ayudan a motivar a los alumnos y a las alumnas, a querer estar en mi aula, a estudiar matemática.

Son estos actores de nuestra realidad, adultos que vienen al salón, que se sientan a conversar con mis alumnos y alumnas acerca de su rol en la actividad que desarrollan, pero no desde un rol de expertos, sino desde un lado humano.

Previo a recibir al invitado al salón, investigamos acerca de su vida y de su trayectoria a través de la web. Preparamos posibles preguntas para realizar en la charla. Durante la visita los alumnos y las alumnas sacan apuntes para posteriormente elaborar un informe de dicha visita y además agregan su opinión.

Pero, ¿cómo un docente­ _con una familia (hermosa) formada por mi compañera de vida, y mis dos hijas de seis y tres años, que supo ser jugador de fútbol sala de corta trayectoria, murguero de asados, y docente de matemática_ puede contactar con personas allegadas al arte, la ciencia y el deporte?

Aunque no lo crean, mediante Twitter, un aliado increíble para poder contactar a diferentes personas vinculadas al arte, la ciencia y el deporte. Fue así que comencé a twittear a diferentes personas para invitarlas a venir a conversar al aula, enviándoles el proyecto.

Y si bien cuento «las ganadas» _ya que de las personas que no me responden no llevo la cuenta_ le estoy eternamente agradecido a un grupo de más de 40 personas que al día de hoy han aceptado la invitación y que son parte de «No Más Peces Trepando Árboles».

Hermoso momento para construir, repensar y buscar caminos alternativos para ofrecerle a los alumnos, principales actores del acto educativo.

Estos «mimos» necesitamos en el momento justo. Pensar, planificar y concretar un proyecto así, lleva mucho tiempo y desgaste. Inclusive estaba a punto de abandonar el proyecto, cuando me llamaron para avisarme que había ganado.

El camino es la recompensa

Este proceso y proyecto me volvió a enamorar de la tarea docente. Me permitió conocer gente comprometida con nuestra educación y sobre todo con nuestros adolescentes. Siempre tengo claro y presente que el gran objetivo es que mis alumnos y alumnas aprendan matemática.

¿Aprendieron matemática mis alumnos en el año 2017? Si bien la respuesta aún no la tengo clara en su totalidad, puedo contarles que en el Campeonato Revancha PAM organizado por Plan Ceibal en el que participan todos los primeros, segundos y terceros años de educación media, las posiciones de mis cuatro grupos fueron las siguientes: 10, 11, 16 y 19.

Por sugerencias de los alumnos y las alumnas que hoy están cursando segundo, he planteado modificaciones al curso 2018. Agregué más ejercicios de práctica en la plataforma «Crea2», herramienta de vital utilidad para poder corregir y seguir los avances de cada estudiante.

Y si de resultados hablamos, el proyecto recibió el segundo puesto en la categoría Innovación educativa para educación media en el concurso «Tus ideas valen». El premio sirvió para visibilizar el proyecto y lograr que más personas quieran venir a conversar con mis alumnos.

El premio sirvió también para no sentirse tan solo, hasta antes de ganar el premio, yo me sentía un «loquito suelto», con una idea. Hoy soy un «loquito suelto», con una idea, pero con premio.

Estos «mimos» necesitamos en el momento justo. Pensar, planificar y concretar un proyecto así, lleva mucho tiempo y desgaste. Inclusive estaba a punto de abandonar el proyecto, cuando me llamaron para avisarme que había ganado.

«No Más Peces Trepando Árboles» además de ser un curso de matemática para primer año, es también, en lo personal un camino que estoy recorriendo, camino que invito a otros a recorrer, a explorar. Sin recetas, sin moldes ni soluciones dadas. Camino que superó los «no se puede», camino que ojalá sirva como fuente de inspiración a otros colegas, que le pondrán su impronta y sus individualidades.

No Más Peces Trepando Árboles tiene mucho por mejorar, tiene mucho por crecer en su potencial. No es ninguna solución mágica para enseñar matemática, simplemente es mi forma de sentir y vivir la docencia.

Prof. Nicolás Marone