Más allá del aula

El vínculo con nuestros egresados es imprescindible

Con Rosana Cortazzo, Consejera Docente del CFE

Entrevista realizada por Mariana González Burgstaller

“Más allá del aula” inaugura una nueva senda al consultar a representantes docentes. Educarnos entrevistó a Rosana Cortazzo, Consejera electa por el orden docente en el Consejo de Formación en Educación (CFE). La participación de estudiantes y egresados, el rol de la ATD, la institucionalización de la formación semipresencial, la cuestión no antojadiza de la Universidad de la Educación y el desarrollo de políticas de posgrados son algunos de los desafíos que deberá asumir.

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¿Cómo es tu rol como Consejera electa por los docentes?

No es sencillo describir en pocas palabras el rol de un Consejero Docente. En primera instancia se trata de la representación de todos los docentes del Consejo de Formación en Educación, tarea muy grande y muy compleja. En mi caso, y en el caso anterior del compañero que me antecedió, cuento con una ventaja y es que el colectivo docente, organizado como orden a través de la Asamblea Técnico Docente, ha generado una serie de propuestas que piensan la formación en educación desde ciertos niveles estratégicos. Esto no solo pasa por el orden docente, en sentido estricto, porque esas prioridades también tienen que ver con el desarrollo de los estudiantes y de los egresados. Es decir, no se trata de corporativismo con relación al docente, eso se encuentra en un primer nivel del análisis, pero el desarrollo de la estructura y de la tarea docente tiene que estar entramada, sin dudas, con el desarrollo de los otros órdenes, los estudiantes y nuestros egresados.

En una entrevista en La Diaria se afirma que se debe avanzar hacia la democratización y participación de los órdenes como eje transformador hacia el cogobierno y que es preciso dialogar con los egresados de la formación en educación para mantener vivos los vínculos con la institución. En ese sentido, ¿cómo pensás tú la participación y cómo te parece que se podría promover esta democratización?

Tenemos una estructura organizativa que todavía es muy débil para ver cómo participan los estudiantes y los egresados de manera genuina y no circunstancial. Los estudiantes tienen una diferencia comparativa con los egresados; hoy tenemos una consejera electa por los estudiantes y ya estamos en la tercera elección de consejeros estudiantiles. La organización de los estudiantes como orden, con un carácter nacional, todavía tiene limitantes en cuanto a su desarrollo. La posibilidad de relación de nuestros egresados con otros subsistemas de la ANEP y con otros ámbitos educativos no es sencilla-porque es mayor la diversidad en la que se mueven profesionalmente- y tampoco es sencillo ver cómo generar niveles de organización y de agrupamiento.

Con respecto a la organización estamos en un proceso todavía débil de participación de órdenes, que para los estudiantes y para los docentes se da a través de los consejeros electos. Para los estudiantes, para los docentes y para los egresados, a través de las Comisiones Nacionales de Carrera y las Comisiones Locales de Carrera. Estas comisiones están integradas en forma tripartita, es decir, por los tres órdenes, y la reglamentación de esta forma de trabajo todavía es muy incipiente. Desde otro rol, como integrante de la Comisión de Carrera de Profesorado y como integrante de la mesa de ATD, he tratado de tender puentes conalgunas organizaciones enlas quenuestros egresados podrían desarrollarse, como sindicatos, Asambleas Técnico Docente de otros subsistemas, y esos vínculos no han sido fáciles. Además, la participación de esos egresados requiere condiciones con esos subsistemas o esos ámbitos que todavía no están aceitadas.

Nadie participa con el multiempleo que, en general, tiene la tarea docente; no se participa de un espacio si no está reconocido o no está acreditado para facilitar ese proceso de participación. Creo que ahí tenemos un gran campo para trabajar.

Nuestras carreras tienen, en cualquiera de los formatos y en cualquiera de sus versiones, maestros, maestros en primera infancia, profesores, educadores sociales, maestros y profesores técnicos, con práctica preprofesional desde los primeros años. Los estudiantes van a trabajar con egresados que se encuentran generando su trabajo profesional y los vínculos son necesarios para articular y cruzar la teoría y la práctica. Por esto, el vínculo con nuestros egresados es imprescindible.

Una de las ideas del plan de trabajo es que haya un consejero egresado. Es un proceso que deberá tener una instrumentación legal y organizativa, pero antes tenemos que dar cuenta de que efectivamente hay un desarrollo del orden egresado que se encuentre participando. El primer aspecto es que las autoridades, que tienen la definición de la decisión, vean un conjunto de egresados queriendo pujar su participación en el consejo para dar su visión desde ese lugar.

Respecto a la formación docente en el interior, ¿qué pasos se pueden seguir dando? ¿Qué cambios avizoras respecto a la formación en educación en el interior?

Nuestro consejo nace históricamente, y cuando digo históricamente me estoy remontando a más de 100 años atrás, descentralizado. Ese no es un problema, sino cómo dar cobertura de algunas carreras en forma sustentable y de buena calidad. Tenemos institutos en todos los departamentos del país que tienen más de una carrera y con un adicional, que es la formación semipresencial. Esta ha permitido que los recursos humanos disponibles en un centro se complementen con otros que están dispuestos en forma diversa en extensión territorial y dan cobertura a algunos campos de conocimiento muy específicos en los que se requiere una formación muy particular, porque no necesariamente tenemos docentes con esas condiciones a lo largo de todo el país.

En los nuevos planes de estudio que se están discutiendo estamos pensando que los estudiantes puedan generar una trayectoria educativa propia, autónoma, a través de cursos optativos o elegibles.

Hoy, el profesorado semipresencial tiene una matrícula importante con una población estudiantil que se encuentra promedialmente por encima de los 25 o 26 años y hasta los 32 o 33 años; son mujeres u hombres que tienen responsabilidades laborales o familiares y a quienes, para la organización de sus tiempos, el formato semipresencial les brinda facilidades para el desarrollo de la carrera y posibilidades para la continuidad educativa.

Los estudiantes de semipresencial son un poco mayores que la media de los estudiantes de formación docente. Exacto, la edad de los estudiantes del semipresencial se eleva con respecto a quienes realizan los cursos presenciales. Detodas maneras, concebimos la formación como semipresencial, tiene que tener presencialidad y trabajo virtual y la discusión actual pasa por cómo se organiza y se institucionaliza el profesorado semipresencial en los diferentes institutos y centros.

Así, el formato semipresencial, para algunos cursos optativos o elegibles en algunas partes del país, es una clave para que el estudiante tenga una oferta donde pueda elegir verdaderamente, optar entre diferentes situaciones.

Respecto al nuevo plan de estudios que comenzó a implementarse en el INET y en el CERP de Salto en el año 2018, ¿qué lecciones se pueden extraer?, ¿qué se avizora respecto a la futura implementación en el resto de las carreras de formación docente?

Fuimos muy críticos con el inicio de la implementación de esta carrera en el 2018, no por el contenido de la propuesta del plan, que compartimos porque forma parte de los fundamentos y lineamientos que en el año 2015 se discutieron y que fueron acordados en el año 2016. Fuimos críticos porque había, y hay, muchas cosas aún por resolver para una buena implementación.

Cuando tú decís "fuimos muy críticos", ¿a qué colectivo te referís?

A la ATD, la Asamblea Técnico Docente. Fuimos muy críticos por la experiencia que tuvimos del proceso del plan 2008 en el que hubo una discusión muy prolífera a lo largo y ancho del país. Todos reconocemos que el plan 2008 tienemuchas virtud es encuanto a lograr una visión sistémica y a que no hubiera desarrollos distintos de las carreras en diferentes partes del país, pero hubo grandes problemas en cuanto a la implementación porque no hubo un seguimiento de ese proceso. No podemos buscar un culpable sino simplemente señalar que eso no ocurrió, que efectivamente no hubo una comisión que siguiera e hiciera ajustes sobre la propuesta del plan 2008.

¿Hubo algún acompañamiento?

Hubo acompañamiento y ajustes necesarios que se tienen que hacer a la normativa y al desarrollo de las carreras. El proceso de implementación requiere una serie de ajustes. En el caso del nuevo plan es necesario que haya una propuesta de organización, de reglamentación de pasaje y evaluación de la carrera. Cuando comenzó el plan de maestro y profesor técnico no estaba aún definido y creíamos que era importante que lo estuviera.

Creo que no lo está actualmente.

No, no está hasta ahora. Se encuentra en consideración un documento primario para trabajar con las comisiones programáticas de los planes de estudio restantes. Se sigue trabajando en comisiones programáticas porque no están definidos todos los programas a lo largo de la currícula. La comisión de evaluación y pasaje de cursos está trabajando en un documento primario que tendrá revisiones de normativa y ajustes por parte de jurídica, pero hay ciertos niveles de acuerdo que son claves.

Es muy importante el tema de los concursos, la estabilidad y la estructura docente. Un plan de estudios requiere de una estructura docente que lo sostenga. A veces jugamos con esto de las trampas, de señalar qué es lo primero. Creo que con una estructura docente consolidada, con muchos efectivos y con la posibilidad de una organización académica, el proceso de implementar y desarrollar una propuesta curricular será más sencillo.

Esa es la otra gran "pata" que veíamos como una dificultad al inicio del proceso. Esa estructura docente siempre ha estado muy debilitada y no hemos logrado revertir esa situación, pero esperamos que se resuelva en el año 2020 cuando haya un cambio importante en la cantidad de docentes efectivos que tendrán a su cargo el desarrollo de los cursos.

¿Los llamados para efectivizar docentes que se están realizando son de carácter interno o también externo?

Son llamados con ciertos requisitos y me apego estrictamente a eso porque cualquier concurso tiene requisitos para inscribirse, así se llame concurso público. Los requisitos son que al menos haya dictado ese curso o asignatura por la sección que se aspira por seis meses o un año porque hay cursos que son semestrales o anuales, o los talleres, que tienen una menor duración (30 horas). Además, que hayan dictado esos cursos en los formatos del CFE. Otro requisito es tener título, requisito que se cuestiona o fue cuestionado el año pasado.

Hablamos del plan de estudios y mencionaste la importancia de un reglamento de pasaje de grado. Para el resto de las carreras en las que se está por implementar el nuevo plan de estudios, ¿la idea es que sigan bajo este formato del plan 2018 o va a haber un nuevo plan, quizás un plan 2020?

Creo que todas las carreras van a tener una propuesta de plan año "X" en la que, más allá de cada carrera y sus particularidades, rescatamos aspectos generales.

Lo otro es que las carreras se crediticen para que pueda potenciarse la interacción entre el nivel terciario de formación y que, a su vez, el estudiante tenga ciertos grados de autonomía para elegir parte de su trayectoria formativa. Esas tres claves son importantes para pensar el nuevo plan de estudios.

Tenemos heterogeneidades propias de cada carrera cuando se tiene una multidisciplinariedad de especialidades y esto ocurre en Maestro, Profesor técnico y en Profesorado. No es lo mismo un profesorado de informática que un profesorado de filosofía, pero se encuentran dentro de un marco común. Tenemos un perfil de egreso de educador y particular de cada carrera. La práctica algunos la consideran preprofesional porque las historias no son iguales. La práctica Esta articula distintos núcleos formativos y este es un desafío en la implementación y en su seguimiento. Nuestras carreras históricas, profesorado y magisterio (aún más histórica), siempre han tenido el componente de las Ciencias de la Educación, o el núcleo o tronco común. La práctica tiene que ser articuladora con el núcleo de las Ciencias de la Educación y con el núcleo específico. En el rol de articulación es importante y el rol de los egresados es clave, por eso son importantes en el proceso formativo.

¿En qué otros aspectos te parece que se pueden promover cambios de cara a la posibilidad de convertirse en universidad?

Nosotros estamos convencidos de que la estructura académica tiene muchos lugares desde donde potenciarse. Tenemos dos niveles, la estructura académica y las comisiones de carrera, por lo que es necesario ver cómo conjugar aspectos de esa estructura académica con las comisiones de carrera.

La estructura académica hoy está organizada en institutos académicos y en departamentos académicos, pero en esa estructura, hay «agujeritos». Hay aspectos de la formación que no están contenidos en ningún espacio. Por ejemplo, los maestros directores que trabajan en la práctica de primaria,¿qué correlato tienen con nuestra estructura académica? Ninguna. Hay huecos, y en este tema estamos trabajando para que formen parte del plan de acción que nos fijamos. Nos interesa dar definiciones de acciones concretas a muchos temas.

La matrícula de formación en educación tiene fluctuaciones pero tenemos una tendencia ascendente bien marcada en la que la incorporación de nuevas carreras, y no es un dato menor. Para el congreso de educación científica analicé datos del INEED: en 1992-1993 había 7000 estudiantes en formación docente y en el año 2012 había 21.000 estudiantes y no existía la carrera de Maestro de Primera Infancia (MPI) y la carrera de educador social estaba en sus comienzos. Ahora tenemos 27.000 estudiantes.

El aumento de matrícula se relaciona con las formas en que nos organizamos. Es clave tener infraestructura y recursos humanos en todos los departamentos, quizá no todos los recursos o en todos los institutos, pero sí en muchos, y tenemos que ver cómo eso se planifica.

Cuando te referís a la institucionalización del semipresencial, que tiene 15 años y cierta institucionalidad, hay elementos que faltan para que se termine de institucionalizar. ¿Qué otros pasos se pueden dar, además de las optativas?

Resulta anecdótico que cuando una norma se viola tantas veces deja de tener lógica. Un estudiante hoy pertenece al instituto A o pertenece al instituto B, si estudia en el IPA no puede inscribirse en la modalidad semipresencial. ¿Por qué no es posible que este estudiante curse algunas asignaturas en modalidad semipresencial y curse otras en el IPA? Es posible, pero para la normativa actual o es estudiante de A o es estudiante de B. Se han dado situaciones de flexibilización porque los estudiantes de MPI, carrera presencial, se anotan en forma semipresencial para cursos que están inscriptos dentro de Profesorado pero con ajustes para la carrera de MPI. Si todos creemos que debe haber modificaciones es posible que la situación se desanude. Es necesario realizar definiciones y acordar la institucionalización, porque no puede haber ninguna formación 100% virtual.

¿Cómo se piensa planificar la política de posgrados? Ha habido desarrollo pero no es regular, ¿cómo se piensa instrumentar una política de posgrados y su institucionalización?

Una línea en la que tenemos que trabajar para el efectivo desarrollo de la investigación en el campo educativo es la política de postitulación. Es una línea programática definida según si hay mayor formación de posgrado podremos tener mayor producción y más docentes en condiciones de desarrollar investigaciones en el campo educativo. El nudo gordiano es que nuestro Consejo no puede otorgar títulos de posgrado y por eso la Universidad de la Educación no es una cuestión antojadiza. Es una de las grandes injusticias.

En la Universidad de la Empresa se otorga un título de Maestro o de Profesor e inmediatamente se logra la posibilidad de una postitulación y se obtienen maestrías en educación. La ANEP no tiene la posibilidad de otorgar un título de posgrado, no solo el CFE, y por eso es necesario realizar convenios con otras instituciones públicas—privadas, privadas o públicas. No es justo hacer convenios y pagar para dar respuesta a la necesidad de nuestros docentes. También es preciso generar otras condiciones en el desarrollo de las carreras a docentes con una formación de postítulo. La profesionalización se interrumpe y queda trunca.

¿Cómo es el vínculo con la UDELAR en esa área?

Los acuerdos sobre posgrados con la UDELAR son mínimos y en el campo educativo no tiene una gran oferta. Estas ofertas, además, no son seductoras para nuestros docentes, no tanto por el contenido sino por el formato, que no es atractivo. Es necesaria una política que sea coherente con las características de los docentes y la posibilidad efectiva del desarrollo de esos posgrados. Ha habido una descentralización, con la presencia de la UTEC se rompió la hegemonía y esto crea condiciones distintas. La UTEC tiene un desarrollo que no es montevideano y quizá tendremos que ver cuáles son los lugares de encuentro, cómo apoyan a sus docentes pero también a los nuestros para obtener postitulaciones. Debemos explorar todos los mecanismos posibles hasta tanto no seamos Universidad de la Educación.

¿Qué rol juega la ATD en todos estos cambios?

La Asamblea Técnico Docente, en particular la de formación en educación, tiene un rol protagónico y propositivo. No es sencillo lograr acuerdos por las diferentes visiones de los docentes, pero el orden se organiza con vistas a un objetivo. Resulta muy difícil sostener en el tiempo un trabajo cuando no hay organización, incluso ante una demanda o reivindicaciones puntuales, que existen, pero en el horizonte siempre están las propuestas para mejorar y desarrollar la formación en educación a lo largo del territorio. Esa es la clave que nos ha permitido siempre generar nexos entre todos los compañeros a nivel nacional.