El único camino es la educación

Entrevista al Maestro Washington Tabárez realizada por Gabriel Quirici
Fotos Sandro Pereyra, gentileza La diaria.

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En diciembre 2019 el Maestro Washington Tabárez nos recibió en el Complejo Uruguay Celeste para conversar sobre su formación, el valor de la educación y el trabajo con los jóvenes y los deportistas de elite.
Una charla que pasó por su gusto por la lectura, su búsqueda filosófica en bachillerato, las experiencias en la escuela de práctica y las responsabilidades a la hora de formar grupos y dar un lugar central a la formación de la persona. Distendido y emotivo, el maestro hizo reflexiones sobre la importancia de ligar el pasado con proyectos de futuro y el rol clave que para ello tiene la educación.
Nos permitió además conocer una faceta poco explorada, la de un centro de entrenamiento como espacio de formación y comunidad.

Educarnos:¿Qué sentís que te dejó la educación que te ha permitido ser lo que sos?

Tabárez: Sí. En primer lugar, la educación como receptor de cosas, a mí me quedó mucho lo de la escuela primaria y siempre la asocio con los germinadores que nos hacían hacer en las tapitas con algodón húmedo… y bueno, la semilla de porotos, maíz, todas esas cosas. Y me parece que la escuela pública. Yo nací en el 47, te estoy hablando ya la escuela en la década del 50. Y a mí me prendió mucho, porque conocí todo tipo de compañeros, conocí maestros y maestras, primero por una cuestión afectiva, pero que con el tiempo los fui valorando desde otro punto de vista. Y bueno la escuela en sí mismo, que ahora no hace mucho me hicieron un homenaje.

Educarnos: La moña de oro.

Tabárez: Sí, en la escuela 87, donde yo iba, ahora más conocida como escuela Gran Bretaña, porque pasó a ser de doble turno. Me acuerdo de todas las cosas, inclusive algunas cosas ya relacionadas con el fútbol, que ahora se me vienen. Vos fijate que en esa escuela, cuando tenía 7 años, en 1954, era uno de los muchos niños que nos juntaron en un salón grande que había, para escuchar el partido Hungría y Uruguay del Mundial del 54. Y bueno y ahora, en el 2019 me ha toca ir a Hungría, como parte de la deferencia que tuvo la Federación de Hungría de invitar a Uruguay para la reinauguración del estadio Puskás. Y cuando yo recordaba los nombres de los jugadores, se maravillaban… Y bueno, son cosas que tienen en la niñez, la memoria muy selectiva. Pero yo hay cosas para las que tengo más memoria, respecto de cosas que me pasaron en la niñez, hasta dónde puse los lentes, o voy a hacer algo y digo qué vine a hacer acá. Son parte de la evolución de las personas, pero siempre me quedó mucho. En el libro que hicimos con Tato López…

Educarnos: … que la maestra te dijo “gritá el gol”.

Tabárez: Exactamente. Ahí me preguntan cómo era como alumno, y dije que era un alumno correcto, y reflexioné mucho sobre eso. Era bien término medio para abajo, no me destacaba en nada especial. Creo que era un buen alumno pero no me sobraba, del punto de vista de la inteligencia, iniciativa, ni de liderazgo. Era muy de reflexionar sobre el lugar que ocupaba en los pequeños grupos, no solo en la escuela, en el barrio también. Y aceptaba las cosas. Y admiraba, tenía capacidad de asombro y de admiración hacia los que sí se distinguían. Todas esas cosas nos llevan a valorar lo que ha sido la escuela primaria, cuando la viví como alumno. Después viene la época del liceo, que es algo diferente. Ya había que ir en ómnibus, yo iba hasta General Flores, tomaba los ómnibus hasta el Palacio Legislativo. Liceo Miranda que era un edificio precioso, relativamente nuevo…

Educarnos: …moderno para su momento.

Tabárez: Sí, hacía muy poco que se había inaugurado. Antes funcionaba donde está o estaba el liceo 17, que era sobre Fernández Crepso, Sierra se llamaba esa calle antes. Y empecé a estudiar, me empecé a vincular más con el universo cultural. Y después cuando estuve en bachillerato, me surgió una especie de pasión por la filosofía. Me encantaba la historia del pensamiento. La historia en sí mismo, pero también la del pensamiento. Y por ahí evidentemente elegí el bachillerato que se decía Humanístico. Inclusive alcancé a ir a la facultad de Derecho, pero más allá de que era un ambiente todavía más lejano de lo que era el liceo ahí, era uno con su proyecto y con la toma de decisiones y arreglársela. Me acuerdo que, vinculado a lo mismo, me encantaba ir a la clase de Derecho Romano, del profesor Rossi. Pero había que ir más temprano porque no había lugar para sentarse primero, después para… llegabas un poco tarde, o más tarde, tenías que estar parado y a veces parado del lado de afuera del salón.

Educarnos: ¿Ya estabas jugando al fútbol también?

Tabárez: ¿Si jugaba? Todavía no… ni siquiera me había vinculado a ningún club, fue un poquito después. El Club Fraternidad de la Extra y después las divisiones juveniles de Sudamérica, a partir de la Tercera división. Yo no tuve fútbol infantil, el baby fútbol recién estaba apareciendo.

Cuando yo era adolescente y me acuerdo que yo iba todas las noches a las canchas que estaban en General Flores y Propios, donde está la plaza del ejército ahora. Ese equipo de grandes jugadores que fue uno de los gérmenes en que después se desarrollaron, germinaron mejor dicho y se transformó en el gran tesoro que tiene el fútbol profesional en este momento, que es el fútbol infantil. Que es lo que le da cierta viabilidad al fútbol nuestro, para hacer lo que estamos haciendo, si no, sin esa materia prima no podríamos hacer o intentar hacer lo que hacemos.

Después, y te termino esto, ¡había pensado en un profesorado de filosofía justamente y todo! Y en esas idas todavía de vez en cuando a la facultad, había unas compañeras, y me comentaron, ¿no te interesa magisterio’, nosotros vamos para ahí, no sé cuánto. A magisterio en aquel momento le decían en broma en el ambiente estudiantil, paseo Colón, porque hay un tango que se llama Paseo Colón que ahí iban los que tenían perdida la fe. Pero bueno, nunca más me arrepentí de haber hecho eso. Sobre todo lo que aprendí con los niños, lo que significa tratar niños… lo que oí que decían grandes personas de la historia de la humanidad, como Picasso, que durante toda su vida estuvo tratando de pintar como los niños y nunca lo consiguió.

La palabra, por ejemplo, cuando yo estaba yendo a la práctica docente en una escuela, que después trabajé como maestro, la Escuela 30, en una clase práctica que yo di, me acuerdo que eran… multiplicaciones de segundo año, hacerle ver a los niños que ya saben sumar y restar, cómo la multiplicación es una forma de suma abreviada, si puede hacer, quizás de diferente manera. Estaba muy en boga la teoría de los conjuntos, en aquel tiempo en matemática. Y bueno, preparé la clase con los pasos didácticos que me parecía y todo. Y después que se terminaba la clase íbamos a un salón, el Inspector de la zona, el Director de la escuela, que era práctica y sabía mucho de didáctica y todos los compañeros… Y el primero que hablaba era uno mismo, sobre qué me había parecido. En un momento ante un comentario el inspector dijo, vinculado a que yo ya jugaba al fútbol: usted hizo una jugada muy buena, pero cuando quedó frente al arco no pateó en ningún momento.

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Educarnos: ¿Te dijo eso?

Tabárez: Sí. Y yo le respondía, lo que pasa es que quería que los chiquilines me siguieran y no me seguían. Y el Director de la escuela me dijo, los niños nunca se equivocan. Y eso me quedó para toda la vida, porque lo comprobé, no solo en ese tiempo de actividad, sino… con niños que he tratado, con mis hijas, con mis nietos, ellos tienen su lógica propia, su mundo propio, al que es muy difícil de acceder, aun los que tenemos relaciones afectivas mutuas. Y es verdad eso, y nunca voy a terminar de agradecer a las circunstancias, que haya tomado esa decisión y haya estado en magisterio y que haya recogido tantas experiencias y haya visto tantas cosas de la realidad social, de la importancia del acto educativo, de la importancia que tiene la comunidad, sea la familia, sea el entorno, de participar, y de cómo tendría que ser la base, eso de las políticas educativas que se pueden presentar. Por encima de los programas, de las estrategias…

Educarnos: … que sean parte

Tabárez: Es una manera, capaz que soy un poco atrevido pero lo digo como una persona que estuvo vinculada de alguna manera a los actos educativos, y me parece que por ahí va la cosa. En el fútbol lo hacemos así. El principal factor de rendimiento en el fútbol es el futbolista, en una… selección nacional que compite en el alto nivel, como en un equipo de primerísimo nivel de Europa, o de un equipo juvenil de acá que viene al complejo. El centro de la cosa es el futbolista y su potencialidad. Y después lo que hay que agregarle del punto de vista de la comunicación, del contacto, o del acto educativo, es vincularlo a experiencias y a un mundo sobre todo de valores, que haga compartir esos valores, esos objetivos, los propósitos de lo que se está haciendo, el significado que le damos.

Que de esa manera no solo, estoy convencido, se forman equipos más fuertes en todo sentido, sino que son experiencias de vida importantísimas. Y acá, en esta actividad de la selección, que ya va para 14 años, hay muchos que no llegan ni siquiera… a objetivos medianos, respecto de los sueños que tienen en el fútbol. Pero siguen siendo personas, como las tratamos acá todos, no sabemos cuáles son los que lo van a conseguir y los que no. Sabemos que sí, que van a ser una minoría. Pero a todos los tratamos por igual, por ese motivo, entre otras cosas. Pero fundamentalmente porque acá tienen que recibir cosas que le sirvan para la vida.

Leí un libro sobre la selección de rugby de Nueva Zelanda, los All Blacks que me encantó. “El Legado” se llama, y los All Blacks presentan, no sé si son 15 o 20 maneras de fomentar el liderazgo. Y formar líderes o sea, en todo grupo hay líderes, pero el fenómeno del liderazgo lo tienen que compartir, aun aquellos que no son tan visibles, por el solo hecho de participar y aprovechar y vincularse a los líderes, tienen que ejercer el liderazgo en algunos momentos, cuando están compitiendo, cuando están en una reunión, cuando el grupo tiene algún problema. Fomentar que hagan su aporte. Y eso se necesita también para decidir un voto en una elección, o para ser un buen ciudadano, interesarse de la problemáticas del barrio.
Entonces no es que solo se puede hacer en el fútbol o en la escuela, en todos los ámbitos de convivencia se puede hacer. Me parece que eso hay que fomentarlo. Y eso es algo que tengo que agradecer a ese tránsito y que me llevó a leer muchos libros. Yo al libro lo defiendo, pese que se ha evolucionado mucho en eso y no es necesario tener una biblioteca para leer libros. Pero soy muy hincha del libro objeto, porque me gusta tenerlo ahí, sobre todo cuando me lo regalan, lo mantengo, sé quién me lo regaló. Leo muchas veces
los mismos libros.

Ahora por un problema de evolución, de edad que tengo, hay cosas que las quiero volver a leer, y me parece que es muy importante. Sobre todo que se me profundiza esto en la edad que tengo. Es bueno darle miradas al pasado. La imagen que tengo es como si el pasado fuera una casa, que es mía, que tengo cosas ahí, cosas tangibles, recuerdos, recuerdos de cosas, de personas, de errores, de aciertos… Y tienen que ver con la identidad de uno. Lo único que digo y lo repito, y… y lo he dicho hasta públicamente, no hay que quedarse en esa casa, porque a uno, vamos a decir, le viene como una esclerosis, como una cosa que ya no avanza. Hay que ir al pasado sí, a hacer lo que uno va a hacer, ir a buscar lo que tiene que ir a buscar, algo de eso…

..nunca voy a terminar de agradecer a las circunstancias, que haya tomado esa decisión y haya estado en magisterio y que haya recogido tantas experiencias y haya visto tantas cosas de la realidad social, de la importancia del acto educativo, de la importancia que tiene la comunidad

Educarnos: Y seguir superándose.

Tabárez: ¡Claro! Para ciertas cosas uno debe buscar. Ahora se me ocurrió por lo de los libros, puede ser otra de las cosas. Pero hay que vivir el presente. Y en el presente, sobre todo cuando uno tenga tiempo y edad y bueno… y el propio tiempo se lo permita, hay que tener visiones para ir hacia el futuro. Y me parece que ese es el camino para todos. Y uno trata acá, a través de su trabajo de hacerlo. Y creo que lo he logrado modestamente, sobre todo que en ese camino largo he tenido contacto con jugadores que me han enseñado cosas y han posibilitado todas las cosas que se han hecho. Y han compartido esa manera de ser y sirven como ejemplo para los que vienen.

Acá llega a la Selección mayor un jugador por primera vez, y es el hombre del día. Todos los que están acá tratan de hacerlo sentir bien. Una vez me preguntaron y por qué: porque si lo citó el cuerpo técnico tiene que ser porque ve que puede hacer un aporte. Y a veces vienen jugadores por primera vez siendo jóvenes, de las selecciones juveniles. Y ellos de lo primero que se dan cuenta es de eso. Porque quién sabe lo que se imaginan y vienen acá y se encuentran así.

Educarnos: Lo contrario a hacer pagar derecho de piso o sentirse sobre exigido.

Tabárez: Sí, o dejarlo solo frente a cosas que necesita ayuda la persona. Tratamos de fomentar la confianza en sí mismo y en el lugar donde uno está, en las cosas que está haciendo. Eso es un factor incalculable para hacer cosas. Confiar en uno
mismo y en el entorno cercano es algo muy importante.

Educarnos: ¡Qué importante el valor de lo que puede lograr cada uno con un apoyo de lo comunitario! Enganchando con esto, te cuento que en el equipo de Educarnos pensamos preguntas que queríamos que vos nos desarrollaras cómo manejás. Una tiene que ver con el manejo de la autoridad desde este rol de Coordinador de Selecciones. ¿Cómo trabajás la autoridad y los tiempos de las personas? Porque, pensando también en el rol educador, pedagogo, uno a veces tiene que impartir cierto orden, ciertas normas, pero al mismo tiempo generar que quienes conviven en ellas, se las apropien y no las sientan como una imposición.

Tabárez: En primer lugar, desde antes de llegar a la selección y es algo común cuando uno es entrenador, que en los equipos en que está tiene que tratar, no de imponer una autoridad, de que lo sientan a uno como que se ha ganado la autoridad y no que imponga. Yo creo en eso. Y la autoridad se va ganando en cuanto a que el grupo vea al entrenador o al cuerpo técnico ampliamente, porque es un trabajo de muchos, como algo necesario para la evolución del grupo. Y eso lo dijimos desde la primera charla en el 2006 en New Jersey, y que dijimos a los jugadores, nosotros necesitamos adhesión, porque vamos a hacer esto, esto y esto. Y yo sabía en ese momento que esa adhesión el futbolista la iba a dar. Porque… no había cosas… habíamos pasado por muchos períodos, que inclusive yo los viví, como que no teníamos rumbo como para arreglar ciertas cosas. Equipos uruguayos que a veces daban cierta rienda suelta a la impotencia cuando llegaban los resultados y no teníamos una buena imagen en el exterior, por algunos desbor- des que ocurrieron. Pero también sabía que en la medida que iba trascurriendo esa adhesión de los futbolistas y empezábamos a marchar en esto del proyecto de selección, que tenía que haber una devolución hacia las futbolistas.

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Educarnos: ¿Una devolución?

Tabárez: Una devolución, seguro. Y este Complejo en el que estamos ahora conversando, es el símbolo de esa devolución. Cada vez que los jugadores venían, desde los primeros momentos, nosotros nos preocupamos, en este lugar donde le vimos potencialidad desde el primer momento, más allá de que algunos decían que no sería y otros que sí. Y que había cosas que no estaban bien en este complejo. No estaba para albergar a deportistas que van a trabajar a nivel de selección. Y además… albergar a todas las selecciones juveniles, porque eso lo quisimos desde el primer momento, una vinculación, donde los posibles jugadores del futuro los pudiéramos venir en algún momento a buscar acá en las juveniles. Eso lo logramos. Y estamos orgullosos de eso. No nos golpeamos el pecho, pero es una cosa que se ha mostrado en la realidad. Si hablamos de yo qué sé… Valverde, para poner un ejemplo, él llegó a los 13 años acá y ahora está jugando en el Real Madrid, ostentando una titularidad que vamos a ver cómo va la cosa. Pero él está muy bien y cómo ha evolucionado de todo punto de vista y ahora está en la selección mayor. Entonces… capaz que es el ejemplo más gráfico de muchos otros que han ocurrido así. Gastón Silva empezó en sub 15 y está en la selección mayor. Y lo hizo antes Emiliano Velázquez y un montón de jugadores que han pasado, algunos ya no están, pero esto se ha dado como algo… importante.

Por ejemplo, venían acá y siempre había o algo nuevo en una cancha o acá se hicieron unas reformas importantes, a través de un proyecto de FIFA, lugares, vamos a decir utilitarios, como lugares donde… jugar un pool, un pingpong, cosas de esas… poner un comedor cómodo, porque era un espacio de la convivencia que a nosotros nos parecía importante. Y bueno, después todos los progresos en el gimnasio, que a través de todos los aportes del profesor Herrera, su planificación, el ver las máquinas que salían, cuáles eran las que eran necesarias, cuáles no. Y llegamos a una autosuficiencia que, no sé, la frutilla de la torta fue esa cancha techada que tenemos. Cuando jugamos la primera eliminatoria, teníamos que tener reservada una cancha techada, que el único que la tenía era Defensor Sporting, en Pichincha, por las dudas que lloviera cuando teníamos que hacer el primer entrenamiento, después de venir del partido del exterior. Y prepararnos para el siguiente acá. Ahora ya lo tenemos, ahora del punto de vista de nuestra preparación, somos totalmente independientes. Todo lo que puede hacer un equipo para convivir, alimentarse, descansar, entrenar lo puede hacer acá. Y seguimos en esa tesitura de seguir aportando cosas, porque cada vez hay más aportes de la tecnología, que creo que son inversiones, no solo en el rendimiento, que eso también tiene que ver con la consecución de resultados. Sí en los desarrollos personales, profesionales, y en el respeto con que también lo hemos comprobado, nos miran desde muchos lugares del exterior, por estas cosas.

Ahora yo, por ejemplo, en un libro que se hizo hace tiempo ya, “El legado de Tabárez”, se le agregó en una segunda edición con cosas del mundial de 2018. Y se adjuntaron publicaciones de medios, que yo ahora cuando vi ese libro…

Educarnos: No podías creer.

Tabárez: El País de Madrid, el World Street Journal, de EE.UU., de Inglaterra…

Educarnos: De China salió la última, esa fue increíble.

Tabárez: Y esas cosas. No tanto porque hayamos dejado de tener las condicionantes que tenemos para competir con otros medios que son más poderosos, sino como que, desde la modestia, desde pensar que se pueden hacer cosas. Ahora también hay cuentas pendientes que tenemos. No hemos logrado que muchas de las cosas que querríamos, que no son de mi ámbito, o de nuestro ámbito, porque son de un nivel de toma de decisiones que tiene que ver con el aspecto directriz. Pero nosotros necesitaríamos un fútbol integrado y un fútbol profesional mucho más lógico. Más significativo en la competición. Y eso no se ha logrado. Y todos los que estamos acá, somos responsables. Yo me pongo en el primer lugar de la fila, pero también todos los que se pelean porque la culpa la tiene este y la tiene el otro… Y cuando hay un fútbol en que… sale más caro jugar de locatario que de visitante… No podemos decir que… quedarnos en el diagnóstico y no asumir la responsabilidad que tenemos, porque los proyectos salen de las personas, y las personas que están en el fútbol, en los diferentes ámbitos y fundamentalmente en el ámbito directriz, que es donde tendría que salir todos los proyectos, para intentar hacer modificaciones que lleven a las cosas que queremos. Eso siempre es un intento, pero no veo ni la intención de hacerlo, siempre estamos en las cosas puntuales. Estamos en acuerdo, en desacuerdo, me siento perjudicado, y bueno y levanto la voz y quito apoyos y todas esas cosas. Bueno, todo eso en la historia del fútbol uruguayo es desde hace mucho tiempo. Y creo que del propio fútbol debe salir la solución. Pero no vendan por ejemplo, proyectos deportivos, una vez le pregunté a Eduardo Arsuaga, una persona que admiro mucho, no solo por lo que hizo en Defensor, sino por un montón de cosas de lo personal, del liderazgo que tiene. Y convivimos en Gol al futuro, una iniciativa que fue muy buena, del Presidente Tabaré Vázquez, después se consolidó y ahora tiene un perfil y bueno, continúa haciendo cosas. Y un día, cuando yo ni siquiera estaba por venir la segunda oportunidad en la selección, pero un día los dos teníamos el mismo defecto, que éramos re pun- tuales, e íbamos a ir a la sala Franzini, donde sesionaba Gol al futuro, y estábamos los dos solos en la mesa ahí donde se hacían las discusiones grandes, con grupos grandes de personas. Y le digo, Eduardo dígame una cosa, apelo a su memoria, ¿hay algún proyecto de objetivos deportivos exclusivamente, escrito o presentado por dirigentes de fútbol? Me dice, yo no recuerdo, pero déjeme, deme un poquito de tiempo para pensar. La semana siguiente, los dos temprano de nuevo y cuando él estaba en el ámbito, en Defensor hizo cosas. Y ahora Defensor es un ejemplo de trabajo en juveniles y acá recibimos, no tengo los datos estadísticos, pero muchísimos jugadores de Defensor históricamente. En un momento se armó un poco de revuelo interno, porque hubo una Selección que no tenía jugadores de Defensor. O había pocos. Y bueno, fue una circunstancia generacional. Yo me siento, sobre todo en este momento de mi vida, que estoy más cerca del final que del principio, como que es una cosa que quisiera haber visto que ya estuviera encaminada. Y bueno, pero no se puede todo, y no quiere decir que no se pueda lograr.

Educarnos: En un momento en el libro que hicieras con Tato López vuelven a hablar de a semifinal del Mundial de 1954 donde Uruguay pierde con Hungría tras alargue, en lo que muchos dicen fue uno de los partidos más emocionantes y de mejor juego de los mundiales, un periodista italiano en la revista El gráfica destaca cómo igual perdiendo nos elogian. Me gustaría que contaras por qué te parece que ese es un texto para trabajar con los jóvenes. Qué pensás vos que está bueno tomar la de historia con los jóvenes y no solo la historia de los triunfos.

Tabárez: Porque creo que todos los que estamos ahora y los que van a estar en el futuro, son parte de una historia que empezó en el siglo XIX, con la llegada del fútbol acá, a través de los ingleses, como ha ocurrido en la mayoría de los países, y sobre todo en los que tenían puertos. Nosotros uno de los privilegios que tenemos, que nos ha dado las circunstancias históricas y la evolución de esas cosas, tenemos un puerto natural increíble. Y bueno, eso hizo que… que llegaran barcos, llegaran marinos, fundamentalmente, ingleses en esa época y trajeran el fútbol. Y acá prendió y Uruguay fue una potencia del fútbol. La vinculación de la gente, primero por curiosidad y después por la práctica, y después por la pasión que se despertó, tuvo una vinculación muy grande con el nacimiento del fútbol, con el pueblo uruguayo. Y después desde el primer momento vinculado a las actividades de las selecciones que se empezaron a formar. Siempre estuvo la gente cerca de la selección y eso es parte del apoyo. Y en esos primeros años del siglo XX, sobre todo en la década de 1910 yo he leído a periodistas y estudiosos de esa época, que ahora me dio por ver leer a Luzuriaga, Mazzuchelli (*)… Una visión… muy renovadora, muy buena, a mí me atrapó mucho…

Y bueno…decía que éramos una potencia del fútbol, el mejor fútbol del mundo estaba acá en el Río de la Plata. Y se compró cuando se fue a cotejar con el fútbol europeo. Y cómo el fútbol prendió tanto, cómo… tenía mucho apoyo, fundamentalmente del estado, a través del gobierno de aquellos… o los gobiernos de aquella época. Leo que los dineros o la inversión para que Uruguay tuviera una fase previa en España, una gira, antes de ir a París, a Colombes… lo puso el estado. Pero ese estado no solo daba dinero, sino que también daba… gobernantes que iban a hacer trámites. Gestiones que no pertenecían al ámbito deportivo, pero lo hacían por la importancia que se le daba al deporte en el país en aquellos tiempos. Y no es una casualidad que en ese tiempo, la ley que crea la Comisión Nacional de Educación Física y las primeras cosas tangibles que aparecen y que yo después las viví, muchos años atrás, fueron las plazas de deportes. Que para mí siguen siendo un ejemplo, no de volver a hacer plazas de deportes. Otras cosas, unos polideportivos en determinado momento, de acuerdo a la población o a la demografía del país, que permitan. Yo lo veo del punto de vista del fútbol, pero no tiene por qué ser exclusivamente…

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Educarnos: ¿Y eso vos cómo lo atás con lo del 54?

Tabárez: Y bueno, no es porque eso haya nacido porque se me ocurrió a mí, o a alguien que piensa en estas cosas, que son muchísimas personas. Es que ya el fair play existía. No se creó… no se creó en estos tiempos, no lo creó la FIFA, más allá de que da el premio fair play y todo, y anda sobre…

Educarnos: Ah, esa frase de Schiaffino es muy buena, la copa está en buenas manos.

Tabárez: Y te digo además cómo fue la cosa, una persona me pide para venir a visitar el complejo, me manda un mensaje o me llamó, no me acuerdo. Después la persona me dice si puede venir con otra persona, porque no puede venir solo. Y ese señor no tenía las piernas, era minusválido, vino acá y bueno, apasionado del fútbol, y me trajo varias copias… plastificadas, de una nota que un periodista italiano escribió acerca de lo que ahora se puede llamar tercer tiempo. O sea, el después de Uruguay-Hungría. Fue la primera vez que Uruguay perdió un partido por eventos mundiales. Y el 24 y el 28, como lo reconoce la FIFA, fueron campeonatos del mundo. Porque la FIFA participó en su organización, junto a la Federación francesa y el Comité Olímpico Internacional… y porque recién después cuando la FIFA empezó a ver la importancia de esto, quiso asumir. Y fue en 1930 el primer campeonato del mundo que también se hizo en Uruguay. Y ganaron esos torneos del 24, del 28, del 30 y después el asunto de las guerras y por otras decisiones, Uruguay no compitió hasta el 50.

Y después el siguiente mundial, que toca a eso, y se enfrenta a Hungría en una semifinal, que terminó empatado en el tiempo reglamentario y fue ahí que aquella maestra, cuando Uruguay empató me sacudió… Y bueno, y después el pospartido y las palabras del húngaro, el capitán de Hungría dijo, a mí en ese partido me tocó la muy difícil misión de marcar al mejor jugador del mundo, que para él era Schiaffino. Y dice, en esa misión salí largamente perdidoso, creo que más o menos esas fueron las palabras. Y por esas cosas que tiene el fútbol, me tocó ganar el partido. Y cuando le preguntan a Schiaffino dijo, las cosas están bien así, fuimos derrotados por la que actualmente es la mejor selección que hay en el mundo. Y bueno y… y lo que hizo Hungría, desde antes de ese partido, cuando… por ejemplo, jugó un partido con Inglaterra, que nunca había perdido con un equipo de fuera de las islas Wembley, y fue a Wembley y le ganó 6 a 3. Y bueno y se decía que… como siempre ocurre, a unas minorías, pero alguien de Inglaterra, que ellos son los creadores del fútbol, están muy orgullosos de eso, y tienen todavía incidencia en cosas que hacen en la FIFA y el fútbol del mundo. Y bueno, y tiene sus razones históricas. Dijeron que había que ver si era una cosa circunstancial, jugaron la revancha en Budapest, ganó 7 a 1 Hungría, con esos jugadores que bueno. Y ahora esta ida a Hungría me refrescó mucho de esas cosas. Entonces… ese recorrido histórico existía. Los jugadores del 50, yo he leído mucho a Obdulio Varela, le tengo una gran admiración, es otra forma de liderazgo… que no está relacionado con la cultura del conocimiento o de la especialización. No terminó la escuela primaria.

Educarnos: Hay una anécdota que contás de Obdulio.

Tabárez: Sí, esa sabiduría natural. Y un sentido de… de lo que él consideraba justo y de los trabajos colectivos y todo. Tenía una gran relación con la generación esa ganadora. Cada vez que tenían algún motivo de consulta, iban a hablar con Nasazzi. Entonces ese vínculo empezó… empezó a cambiar el mundo, en primer lugar. Ya Mazzuchelli relativiza la importancia futbolística del 50. Ya él larga la hipótesis o la tesis de él, de que el mejor fútbol de Uruguay, o sea… lo más brillantes que hizo Uruguay en su historia es el 24. Y bueno, es una visión y tiene que ver. Pero lo que indudable, más allá de… de que esto es removedor y puede servir para conversar o debatir, había un hilo, y en un momento se rompió ese hilo. Porque nunca Uruguay en esa época fue golpeador o no reconocía las derrotas. Fue cambiando. Además el mundo era otro. La primera vez que Uruguay le tocó jugar una eliminatoria, quedó eliminado, en 1958. Y fue goleado 5 a 0 en Puerto Sajonia, que así se llamaba el estadio, que ahora es el Defensores del Chaco de Asunción. Todas esas cosas yo las viví como niño, después como futbolista, como entrenador, después como entrenador de selección, lo vi en los 90, las cosas que pasaron antes del 90, las que viví en los 90, las que pasaron después, cómo eran las competiciones juveniles. Nosotros fuimos juveniles sancionados por la FIFA, no pudimos participar de algunos torneos. Y son errores históricos que se producen por determinado motivo. Y en los años sabáticos que yo tuve desde el 2002, que fue el último año que trabajé a nivel de equipo, que fue en Boca Juniors, hasta el 2006 que empecé a trabajar en la selección, fueron tres años enteros, y que me pasé dándole vuelta a estas cosas, convencido, y no sabía si iba a tener una oportunidad. Siempre se hablaba de que podía ser, podía ser, pero no. Y cuando vino, yo ya sabía lo que tenía que intentar.

Educarnos: Religar con ese pasado, pero sin quedarse en la casa, como decías vos en el principio.

Tabárez: Ni que hablar. Y acá una de las cosas que hicimos, a través de un gran periodista, entre otras cosas, Raúl Barbero. Vino acá a dar charlas. Les dio una charla a los chiquilines de la sub 15, y yo pensaba, una persona que tenía casi 90 años, o más de 90 años, ¿saldrá bien esta charla? Y no sabés lo que fue. Un chiquilín le preguntó: ¿cuántos años tenés Raúl?, le preguntó. Y le contaba cosas… porque vio todos los mundiales. Entonces junto a Celso Otero, dijimos acá tenemos… la casa de la selección, tenemos que vincular todo el pasado con lo que se está viviendo ahora para… Y en ese pasillo, que si vos querés dale una mirada ahora.

Educarnos: Sí, sí, claro.

Tabárez: Con el aporte de Raúl Barbero, que fue el que lo hizo, pero… compartiendo cosas. Hay una cantidad de posters, o de cuadros, que son todos en blanco y negro, de momentos históricos del fútbol uruguayo, en los que el fútbol uruguayo marcó rumbo, en lo que el fútbol uruguayo fue primero. Está el equipo de Ciudad América que fue a Europa a competir… bueno… campeón olímpico ahí. Primer equipo que para saludar al público como se debe con respeto, da una vuelta, que ahora se transformó en símbolo de festejo y de victoria, para cualquier selección del mundo. Eso es un invento de Uruguay, primer campeón mundial de los campeonatos de FIFA. Primer campeón Sudamericano Juvenil, en 1954. Y bueno, con un montón de cosas que se fueron haciendo, y quedaban algunos lugares, y nosotros tuvimos oportunidad de poner una foto de la Copa América 2011, que por suerte se sacó después que salimos campeones, porque no teníamos foto previa, como hay algunas, que antes de partir sacamos una foto, pero en esa no se hizo, no me acuerdo por qué. Y cuando se levantó la copa o festejamos todos con la copa, aparecieron todos los que habían participado ahí, y bueno nosotros mandamos a hacer el poster y todo. Y fue otra de las cosas que recibieron los jugadores cuando volvieron al complejo.

Educarnos: Que vos hablabas de la devolución.

Tabárez: Abreu estaba muy pendiente de esas cosas y cuando llegaron… Después date unas vueltitas, capaz que descubrís algo nuevo. Y él cuen- ta en un libro que enseguida fue… uh, el hombre, el hombre me decía a mí, el hombre dijo que… que tal cosa y… hay algo nuevo… Y dice, cuando fui y vi, me quería morir. Llamé a mi familia enseguida, dice, ahora voy a quedar para la historia. O sea… y todavía queda algún lugar, esperamos que alguien siga alguna cosa de esas, porque… cómo puedo decir, el ir hacia esas cosas, o el tener ciertas visiones, moviliza, no hay que darla como una cosa de todo o nada… si se pierde ya nada sirve, no… Pero en eso se piensa después que se da el resultado, si uno no lo consiguió, bueno, ahí es el momento de poner las cosas en su lugar. Y la parte mediática, que vos rozaste ahora, a veces no ayuda mucho. Me refiero a los de afuera. Nosotros perdemos un partido con Perú, que hicimos más que mérito para ganarlo, del punto de vista futbolístico y todo, pero no lo pudimos ganar, una cosa del fútbol, y hay que aceptarlo. Pero después pensar que nada sirve, o hacer preguntas que a uno lo enervan, yo sé que uno tiene la responsabilidad de contestar bien, pero cuando se reiteran las preguntas y parece que no oyen lo que uno responde, y lo vuelven a plantear en la segunda pregunta, acepto que en algún momento puedo haber tenido algún desborde, no una falta de educación, ni una agresión, ni nada por el estilo. Pero no existe acá la cultura del ganar y del perder. De aprender a ganar sin estridencias y a perder con dignidad. Eso para algunos no sirve.

este Complejo en el que estamos ahora conversando, es el símbolo de esa devolución. Nos preocupamos por albergar a todas las selecciones juveniles... una vinculación, donde los posibles jugadores del futuro los pudiéramos venir en algún momneto a buscar acá

Educarnos: Claro porque la inmediatez es mediática.

Tabárez: Se cree que está en otra posición, o desde los que hacen cosas como las que estamos viviendo en estos días, de que… en una circunstancia de un festejo deportivo, pasan las cosa que pasan. O sea, hay de todo en el mundo del fútbol, es muy pasional, absorbe mucho, pero el único camino para esto es la educación, y el estar siempre sobre estos temas. Y los que tienen quizás una responsabilidad muy especial, justamente son los que tienen medios que les permite llegar a muchísimas personas y no se plantean esto. Por ejemplo, cuando un periodista, que lo he visto, lo he oído, pierde un equipo o viene de perder varios partidos, y sacan todos los adjetivos posibles negativos: desastroso, inmirable, cosas de esas. Eso en cierto sentido es una agresión, o forma un estado de cosas… bueno y no hay cuidados en esas cosas, no tenemos una cultura general y yo no… no voy a dar cátedra en ese sentido, ni siquiera consejo, pero cada uno desde su lugar, cuando está en una actividad pública, tiene que compartir las responsabilidades y hacerte cargo.

O a los que están buscando cosas. Obviamente la visibilidad… y vamos a decir, las partes cuantificables realmente, son de triunfos, cuando se ganan los torneos. Inclusive un proyecto cualquiera, en cualquier actividad, nosotros en el fútbol, en el mundo empresarial y todo, necesita de éxitos, por lo menos circunstanciales, transitorios, en su camino. Porque si no, no hay cosas tangibles en las que apoyarse. Y bueno… de todo eso yo me paso pensando y leyendo. Y ahora sin desatender, porque tengo algunos problemas que me han limitado respecto de cómo era anteriormente, pero también me sirvió para ahondar más en la formación de equipos, en delegar cosas, en mantener… en tomar decisiones de permanecer aun cuando yo tenía ese problema, pero veía que se venían algunas circunstancias nuevas, aguardables, pero nuevas. Por ejemplo, que pudiera haber alguna duda si jugadores referentes, con el paso de los años, pueden estar al máximo o no. Y yo pensé que con un entrenador nuevo, o con un proceso nuevo, sea quien sea, no iban a tener este proceso el apoyo que podía tener con nosotros. Y por eso me quedé. Más allá de los aspectos profesionales, es un trabajo, que agradezco tener a esta altura un trabajo.

Educarnos: Pero vos también lo ligaste con el proceso de formación.

Tabárez: Y no me quedé en pensar ‘ta, me voy ganando tres eliminatorias, o ganamos todas las que habíamos participado’. Eso no, porque puede ser que esta eliminatoria no consigamos el resultado. Eso es lo que hay que ver, es la gran meta de todo este período, pero las decisiones las tomo pensando en que hay cosas que están bien, y tomo la decisión en el momento que las tomo, y basado en ciertas cosas. No si voy a ganar o voy a perder, porque eso no lo sé, se va a ver cuando la realidad determine cuál de las dos.

Educarnos: Cómo el existencialismo te marca…

Tabárez: A mí me ha marcado sí. Inclusive hasta… en mis opciones religiosas y… me ha marcado muchísimo… El concepto de situación límite, todos nacemos y nadie… tuvo nada que ver en esto. Y estamos en el mundo. Estar en el mundo…

Educarnos: Pero ayuda a entender también, ¿no?

Tabárez: Seguro. Y además que vamos a recorrer un camino que no sabemos cuánto va a durar, que se va a terminar algún día, y eso es otra situación límite, la muerte. Y entonces, en función de que estamos en el mundo, y en función de que en algún momento se va a terminar, ¿cuál es la reacción?, tomar decisiones en función de darle significado a ese viaje. Yo lo veo así. Capaz que hay otro que entra en depresiones.

Y yo en muchas cosas estoy conforme. Creo que hay pensamientos que se te vienen cuando pasa el tiempo y todo… más que por uno, porque yo tengo más que asumido, por la gente que uno quiere. La gente más joven, la gente que va a vivir en otro mundo, que va a nacer, bueno, todas esas cosas. Pero… ya digo, esto que estamos hablando tiene que ver con la educación que recibí, lo que después pude averiguar o informarme, y bueno, y las reflexiones que yo trato de hacer permanentemente. Más allá de que acá tengo claro que vengo y el día de fiesta para mí acá en el complejo, donde vengo siempre, es cuando vienen los jugadores. Sobre todo los jugadores de la selección mayor, no porque sea más importante, porque son los que vienen más esporádicamente.

Foto de Mario Saporiti para el suplemento deportivo de El Diario, agosto de 1983. Lafotografía fue armada porelequipo deportivodelvespertino.

(*) Refiere a los libros “Orígenes del fútbol uruguayo” de Juan Carlos Luzuriaga, y a “Del ferrocarril al tango. El estilo del fútbol uruguayo 1891-1930” de Aldo Mazzuchelli, ambos de recomendable lectura

 

educarnos3 01 06

Devolución permanente

Cuando la palabras se materializan en realidades, la transformación del acto educativo ocurre. Se podría pensar que el Complejo Uruguay Celeste es un centro de entrenamiento, de alto rendimiento, con muchas canchas, máquinas para ejercicio, confort acorde para jugadores de selecciones. Y se está en lo cierto. Pero es además, una comunidad educativa, de formación. La búsqueda por religar la cultura futbolística uruguaya y sus logros con los espacios de convivencia cotidiana demuestra que no se trata de un decorado “for export” sino de una apuesta por las nuevas generaciones.

Educarnos: Pero vos también lo ligaste con el proceso de formación.

Tabárez: Y no me quedé en pensar ‘ta, me voy ganando tres eliminatorias, o ganamos todas las que habíamos participado’. Eso no, porque puede ser que esta eliminatoria no consigamos el resultado. Eso es lo que hay que ver, es la gran meta de todo este período, pero las decisiones las tomo pensando en que hay cosas que están bien, y tomo la decisión en el momento que las tomo, y basado en ciertas cosas. No si voy a ganar o voy a perder, porque eso no lo sé, se va a ver cuando la realidad determine cuál de las dos.

Educarnos: Cómo el existencialismo te marca…

Tabárez: A mí me ha marcado sí. Inclusive hasta… en mis opciones religiosas y… me ha marcado muchísimo… El concepto de situación límite, todos nacemos y nadie… tuvo nada que ver en esto. Y estamos en el mundo. Estar en el mundo…

Educarnos: Pero ayuda a entender también, ¿no?

Tabárez: Seguro. Y además que vamos a recorrer un camino que no sabemos cuánto va a durar, que se va a terminar algún día, y eso es otra situación límite, la muerte. Y entonces, en función de que estamos en el mundo, y en función de que en algún momento se va a terminar, ¿cuál es la reacción?, tomar decisiones en función de darle significado a ese viaje. Yo lo veo así. Capaz que hay otro que entra en depresiones.

Y yo en muchas cosas estoy conforme. Creo que hay pensamientos que se te vienen cuando pasa el tiempo y todo… más que por uno, porque yo tengo más que asumido, por la gente que uno quiere. La gente más joven, la gente que va a vivir en otro mundo, que va a nacer, bueno, todas esas cosas. Pero… ya digo, esto que estamos hablando tiene que ver con la educación que recibí, lo que después pude averiguar o informarme, y bueno, y las reflexiones que yo trato de hacer permanentemente. Más allá de que acá tengo claro que vengo y el día de fiesta para mí acá en el complejo, donde vengo siempre, es cuando vienen los jugadores. Sobre todo los jugadores de la selección mayor, no porque sea más importante, porque son los que vienen más esporádicamente.

(*) Refiere a los libros “Orígenes del fútbol uruguayo” de Juan Carlos Luzuriaga, y a “Del ferrocarril al tango. El estilo del fútbol uruguayo 1891-1930” de Aldo Mazzuchelli, ambos de recomendable lectura.

Juego de asociación

Si fuera

Educarnos: Si fuera una posición en la cancha, qué sería, centro, nueve, el back.

Tabárez: Mediocampista.

Educarnos: Mediocampista, ¿por qué?

Tabárez: Y porque se precisa mucho ida y vuelta, mucha resistencia… mucha capacidad de sufrimiento y mucha mentalidad positiva, pensar siempre en ganar. No es que en otras posiciones del campo no se… no se busque lo mismo, pero por lo menos en cuanto a la exigencia, del punto de vista físico…

Educarnos: Es el que más trilla.

Tabárez: Sí, sí, los que tienen mayor números y los que… de tiempos inmemoriales. Yo muchas veces me pregunté por qué el número 5 era tan emblemático en el fútbol de Uruguay, era tan simbólico. Y no como el 10, ahora puede ser que el 10 tenga… Pero eso es una aculturación, porque viene de la Argentina sobre todo y también de otros países, y de la modernidad. Antes los número 5 jugaban solos ahí en el medio, tenían a los costados lo que se llamaba entre alas. Y obviamente tenía enfrente a los “entreallas”. Y muchas veces, y lo ha contado Obdulio Varela, lo han contado muchos jugadores que han jugado en esa posición en aquel tiempo, le costaba a agarrar la pelota, era bravo marcar a esos jugadores, porque eran los más habilidosos del otro equipo. Y había que tener una gran resiliencia, una gran capacidad de sufrimiento y de liderazgo y de fortaleza mental para sobrellavar, entre otras cosas, además de jugar bien, de ser bastante universal en las cosas que tenía que hacer, era un poco defensor y un poco creador. Y por qué el número 5 fue emblemático y hubo grandes jugadores. Es una interpretación que le doy yo… la educación sería un mediocampista.